Tomas Vogel recuerda en Jerusalén cómo él, su madre y sus dos hermanas fueron salvados por Raoul Wallenberg en una dramática operación. En otoño de 1944 vivían en un gueto cerrado a un kilómetro del río Danubio. Se les ordenó a punta de pistola que marcharan hacia el río, donde serían fusilados por los fascistas húngaros. Justo antes de llegar al río, Raoul Wallenberg apareció en escena. Yo sólo tenía 4 años, pero aún recuerdo muy claramente lo que ocurrió aquel día. Las imágenes de mi mente me fueron explicadas más tarde. Raoul nWallenberg saltó de su coche, detuvo la marcha de la muerte, pagó a los fascistas para que nos liberaran. Éramos 800 personas en la marcha. Vi a Raoul Wallenberg a un metro de distancia, un hombre alto y guapo. Vi su cartera en la que guardaba el dinero. El equipo de Wallenberg llevó al grupo a una de las casas de protección suecas donde permanecieron hasta el final de la guerra.
Nunca olvidaré los 30 segundos que vi a Raoul Wallenberg. Me salvó la vida. Vino del cielo como un ángel, nos salvó y desapareció ante el Señor. Me regalaron mi vida. Tomas y sus hermanas viven en Jerusalén desde 1964. Tomas visitó el parque Raoul Wallenberg en el bosque de Zora invitado por Keren Kajemet, Suecia, responsable de la construcción del parque en memoria de Raoul Wallenberg. En 2013 Tomas Vogel participó en una ceremonia por el centenario del nacimiento de Raoul Wallenberg 1912 – 2012, donde también se reunió con un miembro de la familia Wallenberg.
